En el número de este mes de julio, la revista Cáñamo tiene en su portada a uno de los actores más populares del momento: César Caillet.

Hoy en día, a pesar de que las grabaciones ya terminaron, podemos verlo por las pantallas de Mega en la teleserie nocturna «Perdona nuestros pecados», donde interpreta a Ernesto Möller.

Sin embargo, en esta entrevista no habló precisamente de su trabajo actoral, sino sobre su opinión respecto a las drogas en general y su idea de que debieran legalizarse. «Si yo pago por mi salud, por mi educación, pago por transitar por las carreteras…  Si este país está convertido en un mall, yo en esas condiciones debería tener derecho a usar marihuana. Debería poder tener una planta en mi casa», señaló.

 

«Yo en general soy de aprobar todas las drogas. Pero tampoco quiero que se malentienda. Si hay un weón vendiendo pitos a menores, se debe ir preso. Yo estoy hablando del consumo de personas adultas», señaló posteriormente.

Para él, el alcohol, el café y el azúcar, por ejemplo, también son drogas que generan adicción, pero el Estado acordó que sí pueden consumirse de manera legal. «Todos tenemos un tío Lucho que se toma unos copetes y que para algún matrimonio se pone chistoso. Eso a nadie le sorprende, nadie lo cuestiona. Sin embargo, si alguien en esa misma fiesta se fuma un pito, a esa persona se le cuestiona.  Es más. Nunca he visto en los noticieros que alguien que consume marihuana mata de cinco hachazos en la cabeza a su mujer. En cambio, con el consumo de alcohol sí sucede eso», explicó.

Caillet tenía 30 años cuando probó la cannabis por primera vez. Había hecho tres teleseries consecutivas y se quedó estancado esperando a que lo llamaran para una cuarta. «En ese rato me di cuenta de que no tenía nada que hacer, y hace años que no experimentaba esa sensación. Los primeros días fue rico, pero después no era tan entretenido. Así que me puse a fumar pitos con mis amigos, sin ningún prejuicio. Hice clic al tiro con los caños. Del primer al último caño, el de ahora», contó.

Por otro lado, César comentó que consume esta droga con propósitos muy distintos: si quiere inspiración, o necesita un relajo; si quiere comer algo dulce o bajonear, o ver una película como «El viaje de Chihiro» (sic.), o incluso para usarla después del deporte en el gimnasio. «Por eso me parece tan absurdo que esté prohibida», recalcó.

Finalmente, el guapo intérprete analizó el rol que tiene el Estado en la salud de la población chilena. «No creo que realmente esté preocupado de mi salud. Porque si lo estuviera, la gente no tendría la jubilación que tiene. No habría asociados costos a la salud. Tampoco veo campañas donde nos adviertan la forma en que nos alimentamos. Porque como vamos, ni teniendo el sistema de salud suizo nos salvamos», aseguró, agregando que «si al Estado no le importa mi salud, ¿por qué le preocupa que consuma marihuana?».