La semana pasada, Nataly Chilet visitó el programa de «Glamorama TV» , sorprendiendo a todos al contar que le han ofrecido matrimonio dos veces, ambas ha dicho que no y, en una de ellas, incluso devolvió el anillo por Chilexpress.

Tema que fue analizado en el matinal «Muy buenos días a todos» de TVN, donde la panelista Chiqui Aguayo aprovechó de contar una de sus peores experiencias.

«A mí me patearon de la peor forma. O sea, yo me di cuenta de que me iban a patear. Estaba enamorada y lo intuía. ¿Han cachado cuando uno dice ‘esto se viene’?», comenzó relatando la comediante.

Y agregó: «Entonces una vez estábamos medio pasaditos de copas y me había dicho que ‘teníamos que hablar’. Y yo ‘después, más rato’».

Pero lo llamativo vino después, cuando Chiqui Aguayo fingió no recordar que habían terminado con ella, para así reconquistar a su amor. «Me agarró y me dijo ‘Chiqui, esto no está funcionando’. Respetuoso él. Y al otro día yo lo llamo y le digo ‘hola, mi amor’. ‘Pero Chiqui, si ayer terminamos’. ‘No me acuerdo…'», reveló entre risas.

«Ocupé la estrategia de que no me acordaba porque estaba pasada de copas. Inventé toda una estrategia para ese día reconquistarlo», indicó la artista.

Luego de esto, contó qué hizo para que la relación no terminara, pues ella estaba enamorada. «Fui y me compré uno de estos kits con plumitas. Estaba enamorada y no quería perderlo. Entonces fui. Me acuerdo de que había un local en el Apumanque. Me compré una cuestión con unas plumitas y lociones. Era un kit con aceite y cosas. Pero caché que estaba todo perdido. Uno se ponía la loción y el otro te tenía que soplar», indicó.

Sin embargo, las cosas no resultaron como ella esperaba. «Me vestí, me puse la cuestión y dije ‘sopla’. Y el otro me dijo ‘¿y para qué?’. No pasó nada. Y terminamos de nuevo. Ahí me enojé. ‘Oye, estoy invirtiendo, me compré una cuestión erótica’. Y él hizo todo para que termináramos. Ahí dije ‘ya, terminamos'», señaló Chiqui.

«Me pateó de nuevo y dije ‘ya, tú vas a terminar conmigo, pero yo no pienso terminar contigo’. Después fue penoso. Fui a su casa y la mamá habló conmigo. ‘Chiqui, ya no sabe cómo decirte que no quiere estar contigo. En serio’. Y ahí me di cuenta que estaba muy perdida», confesó Aguayo.

Para finalmente reconocer que no había vuelta atrás y ella tenía que aceptarlo. «Me fui a hablar con mi mamá. ‘Mamá, no sé qué…’. Y me abrazó. Y ahí, en mi cabeza, empecé a ocupar todas las técnicas con otras personas: patear de manera penca”, sentenció.