Las redes sociales se han transformado en el principal medio de comunicación para los famosos, quienes por medio de plataformas como Instagram han enviado diversos mensajes a sus seguidores en medio de esta cuarentena por el Covid-19. Entre ellos, Pamela Lagos, psicóloga del programa «Carmen Gloria a tu servicio», quien compartió su estremecedora historia de amor para entregar un esperanzador mensaje.

La profesional está casada con Felipe Vásquez, con quien tiene a su hija Amelia. Sin embargo, cuando tenía siete meses de embarazo, a su marido le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda.

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«Tenía siete meses de embarazo de nuestra primera hija. Ella era el sueño de nueve años de pololeo y cinco de matrimonio. Fue ahí cuando un examen de rutina lo cambió todo. El amor de mi vida tenía leucemia linfoblástica aguda. Nos dijeron que tenía un 89% de cáncer en la sangre y que no nos podrían asegurar nada», primero relató Pamela.

Además agregó que Felipe se sometió a un tratamiento para poder ganar la batalla contra el cáncer. «Si no sales de aquí, nuestra hija no te va a conocer», le dijo Lagos a su esposo, quien a su vez le contestó: «Yo no voy a morirme».

En ese contexto, la psicóloga contó que su esposo tuvo su última quimioterapia el 23 de marzo de este año, y que hoy se encuentra oficialmente de alta, pues logró superar esta grave enfermedad.

«Hoy quiero decirle a todos que se puede. No hay cáncer ni virus que le gane a las ganas de estar con quien amas», finalizó Pamela Lagos, quien impactó con su bella historia de amor.

Revisa aquí su relato completo:

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Es raro celebrar, estamos preocupados por un virus que nos remueve. Sé que hay miedo y a muchos les cuesta dormir. Pero el lunes pasó algo que marca mi familia y que por la situación que vivimos, comparto en señal que sí se puede. Siete meses de embarazo, nuestra primera hija era el sueño de 9 años de pololeo y 5 de matrimonio. Fue ahí, cuando un examen casi de rutina cambió todo. El amor de mi vida @pipevasquez tenía una leucemia linfoblástica aguda: “Tiene un 89% de cancer en la sangre” nos dijeron “no podemos asegurarle nada”, agregaron. Nos permitimos llorar 2 días, Amelia se movía en mi guata sintiendo todo. Pipe estaba débil, para sobrevivir tenía que estar encerrado en la “burbuja”. Una habitación vidriada, donde nadie podía entrar. Lo veíamos por un vidrio y para hablar un citófono. Eso duraría cerca de 8 meses. Al segundo día uno de mis hermanos me dijo: “no va a estar en tu parto, ni los primeros meses, eso no importa. Preocúpate de que tu hija tenga papá…Que Pipe salga vivo de esa burbuja”. Ahí entendí todo. Volví a la clínica, entré a la sala vidriada, le dije: “si no sales de aquí nuestra hija no te va a conocer”. Pipe se paró de su cama, caminó a el vidrio y me dijo “yo no voy a morirme”. Era todo lo que yo quería escuchar. Desde ese día nos tomamos todo con otra energía, nos reíamos de todo y por nada. Aprendimos a seguir felices, Amelia nació entre quimios y aislamientos por bajas defensas. El 23 de marzo del 2020 Pipe tuvo su última quimio. Hoy está oficialmente de alta. No podemos más de agradecidos. Agradecemos el amor que tenemos, a nuestras familias y amigos (que también son familia), al equipo de salud. Fueron 8 meses de tratamiento y 2 de mantención en el que el amor se hizo presente como nunca. Sabemos perfectamente quienes fueron, llamaron y estuvieron. El amor pudo contra todo pronóstico y ganó. Mi guerrero Pipe le ganó al cáncer y se quedó con nosotras, pese a toda evidencia. Hoy quiero decirles que se puede, que no hay cáncer ni virus que le gané a las ganas de estar con quien amas. Hoy quiero decirles que mi guerrero se quedó con nosotras y quiero pedirles que ustedes…¡Hagan lo mismo por sus familias!

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