La noche de este domingo, Canal 13 repasó otra historia del programa «Contra viento y marea», conducido por Francisco Saavedra. Contexto en que nuevamente pudimos ver a Amanda (29) y Felipe (19), quienes aparecieron en pantalla por primera vez en septiembre del año pasado.

Recordemos que la pareja, tuvo un complejo inicio ya que se conocieron cuando él era aún menor de edad y ella trabajaba como profesora, lo que no fue bien visto por sus familias, menos cuando contaron que se casarían.

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La familia de Amanda le insistió en reiteradas ocasiones que no se casara, ya que no les gustaba que Felipe fuera mecánico, asegurando que no tenía «nada» para ofrecerle a ella a su corta edad, además, señalaron que siembre andaba «sucio» debido a su trabajo.

Pero para su fortuna, al final de la historia los familiares cedieron y la pareja pudo contraer matrimonio. Ahora, Pancho Saavedra se contactó con ellos a través de video llamada, a un año de conocer su historia y tras la repetición del capítulo, para saber cómo ha avanzado su vida.

Amanda y Felipe contaron que siguen juntos y a pesar de que la pandemia los ha afectado económicamente, siguen con trabajo, incluso, con su propio emprendimiento: «Estamos pasando esta pandemia, nos cambió a todos la forma de vivir así que aquí estamos encerraditos. Yo más que Felipe porque él está trabajando», indicó.

«Estoy con un nuevo emprendimiento, vendiendo productos capilares y me ha ido súper bien, estoy súper contenta por eso y bueno, ahora nos cambió todo. Nos cambiamos de casa también», añadió después.

Después, cuando el conductor del espacio les preguntó cómo cómo ha sido la relación con el padre de Amanda -el que más se oponía a la relación- Felipe sorprendió contando que en ese momento se encontraban en su casa. «Hay una buena relación ahora. Imagínate que ahora los días sábado venimos para acá, hacemos algo, una cena, cocinamos…», indicó.

Sin embargo, luego el joven reveló una lamentable noticia: «Con mi papá y mi abuela no hay relación hace rato ya. Se cortó la relación con todas las personas que yo veía cercanas, la única familia que quedó fue la de mi señora. Con mi mamá tampoco, de repente veo a mi hermano a las ‘mil quinientas’, a nadie más. Yo tampoco voy mucho para allá, nadie me llama», cerró Felipe.