Los últimos reportes forenses indicaron que el automóvil en el que viajaba el actor Paul Walker de copiloto junto a su amigo Roger Rodas viajaba a 160 Km/h: «El conductor manejaba un Porsche Carrera GT rojo (…) a una velocidad peligrosa, de aproximadamente 100 millas por hora (160 Km/h)», señaló el informe entregado por un investigador del accidente.
En tanto, las pruebas toxicológicas arrojaron que ninguno de los dos pasajeros a bordo del vehículo al momento del choque se encontraban bajo los efectos del alcohol ni de las drogas.
También señalaron que «el cuerpo de Walker «no podía ser relacionado visualmente, debido a la extensión de sus heridas».