Este martes, generó gran polémica el anuncio del Ministerio de Salud sobre la prohibición para restaurantes y pubs de reproducir música, con el fin de evitar más contagios de Covid-19.

La autoridad sanitaria explicó que el alto volumen de la música provocaba que las personas tengan que hablar más fuerte y, por ende, la probabilidad de propagación del Coronavirus era mayor, por las partículas de saliva.

Críticas que al parecer tuvieron sus repercusiones, ya que luego el Gobierno se retractó de la prohibición y modificó la normativa para que sea solo una “recomendación” para los administradores de los locales.

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Tema que fue analizado en diferentes matinales, entre ellos, «Contigo en la mañana» de Chilevisión, donde sus conductores Julio César Rodríguez y Monserrat Álvarez lanzaron dudas críticas al respecto.

«Encuentro que en Chile se enredan más que no sé qué», primero dijo la periodista. Agregando que «está bien, hay que ir revisando las cosas porque vamos aprendiendo, pero la cantidad de reglas nuevas en cada una de las etapas del Paso a Paso…».

Los conductores del espacio coincidieron en que si el problema es que el volumen de la música es muy alto, la solución más sencilla era simplemente bajarla o determinar un máximo de decibeles.

Posterior a esto, Julio César manifestó su molestia: «No es la recomendación nueva, es la recomendación estúpida, es la prohibición tonta. Lo digo con respeto. Una cosa es la recomendación que está bien y otra es la recomendación con un sin sentido, con no pensar de fondo», indicó.

Lo anterior porque los artistas se han visto muy perjudicados con las medidas restrictivas, pues no han podido trabajar en su rubro.

«No puede ser que un DJ no pueda tocar. Si tiene que tocar más bajo, toca más bajo y así puede trabajar. Además, en un café o en un bar, la música forma parte del estar. La música hace bien para el alma, para el espíritu. Vivimos en un mundo tan oscuro y lo oscurecemos más. No po’, si las autoridades también tienen que pensar poNo puede ser que un DJ no pueda tocar. Si tiene que tocar más bajo, toca más bajo y así puede trabajar. Además, en un café o en un bar, la música forma parte del estar. La música hace bien para el alma, para el espíritu. Vivimos en un mundo tan oscuro y lo oscurecemos más. No po’, si las autoridades también tienen que pensar po», complementó Rodríguez.