Recientemente, Karen Bejarano reveló la traumática advertencia que le realizaron en el extinto programa juvenil «Mekano», cuando un miembro del staff le comentó que si no bajaban de peso no seguirían apareciendo en pantalla.
En un nuevo episodio de su podcast «No X El», Karen conversó con Fran Rodsil sobre el trastorno alimenticio que le provocaron dichos comentarios en la televisión. «En la época en que trabajaba en Mekano todas eran cuerpos esculturales», señaló la cantante, quien aseguró que al principio fue capaz de admirar la belleza de sus compañeras, hasta que una serie de comentarios terminaron con su autoconfianza.
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«A mi siempre me decían ‘uy, usted se ve tan gorda en la tele, y es tan flaca’. Y toda esa cosa que me decían a mi me empezó a cagar la cabeza», confesó Bejarano.
Pero su mayor problema llegó con una advertencia de una persona del equipo del programa animado por José Miguel Viñuela: «Un día una persona con la que yo trabajaba nos sacó a mi y a dos compañeras más y nos dijo: o bajan de peso de aquí a tal día, o se van», comentó.
«Me lo tomé tan en serio que yo dejé de comer toda esa semana (…) Y si no estaba ensayando las coreografías de Mekano, estaba haciendo abdominales», detalló.
Contexto en que Karen contó que tras lograr su objetivo, la premiaron dándole mayor protagonismo en el programa. «Me empezaron a halagar tanto que yo misma decía ‘está funcionando», le contó Karen a Fran Rodsil. Sin embargo, esto marcó el inicio de una larga lucha contra la bulimia.
«Yo partí con una micro anorexia y seguí con la bulimia para que el resto no se diera cuenta que yo no estaba comiendo (…) El trastorno de la alimentación es una enfermedad mental y uno no se quiere hacer cargo de eso porque uno cree que no te van a entender (…) Yo creía que lo que hacía estaba bien. Yo me veía bien y eso era lo que necesitaba», añadió afectada.
Finalmente, Karen Bejarano hizo un llamado a hablar más sobre los trastornos alimenticios en todos los espacios posibles. «Hay que sacar estas conversaciones a flote. Sin vergüenza y sin pudor», concluyó.
