Se hizo conocida en el año 2005, luego de su paso por el reality «La Granja Vip», donde obtuvo el cuarto lugar. Posteriormente, tuvo otras apariciones más en televisión, como por ejemplo en los programas Calle 7″ y «En Portada», hasta que finalmente se alejó por completo de los medios.
Hablamos de Verónica Roberts, quien se casó con Fernando Farías, su ex profesor de psicología deportiva en la universidad, junto a quien esperaba su primer hijo.
Sin embargo, el destino les tenía preparados otra cosa, ya que en medio de un control, se enteraron que el bebé se encontraba sin signos vitales.
«Han sido los 11días más tristes, grises, dolorosos y largos de nuestras vidas… queríamos gritarle al mundo que al fin lograríamos nuestro sueño y seríamos papás, pero el destino nos tenía otro camino preparado y ahora nuestro hijo nos cuida desde el cielo», empezó escribiendo.
«El amor y felicidad que sentimos al saber la noticia será para siempre el mejor recuerdo de mi vida…la primera vez que oimos su corazón será por siempre el sonido más lindo y perfecto que hayamos oido… El 28 de Marzo fuimos a una ecografía de control que quizás nos diría el sexo de nuestra guagüita, pero fue todo lo contrario: cuando el dr nos dijo que el corazoncito de nuestra guagüita ya no latía, yo sentí que me sacaron un pedazo de mi alma, de mi cuerpo, de mi corazón, todo al mismo tiempo…una parte de mi murió ese día», expresó.
Y luego continuó: «A pesar de todo, seguimos siendo una familia de 3: nuestro angelito en el Cielo y nosotros 2 en la Tierra… Mi amor, mi guagua, mi hijo: Por siempre te llevaremos en nuestros corazones y se que algún día te podremos abrazar y besar como lo habríamos hecho aquí… Gracias a todos los que nos han apoyado y acompañado en este duro proceso… «El bebé estrella es aquel que nace y muere dentro de una mamá… un ser que existió, fue querido y quiso crecer pero que el destino decidió negarle la vida entera. Hoy el bebé estrella sigue brillando en el cielo y cuando es de día se refugia tras el sol y las nubes… sí, esas que son bien mulliditas, esas que invitan a saltar en ellas si se pudiera…», finalizó.