«El deporte rey de nuestro país, el futbol profesional, ya no es solamente un deporte visto y jugado solo por los hombres. Hemos visto en los últimos años como la inclusión de las mujeres en las gradas de juego que van a los Estadios para ver a sus ídolos.

También podemos observar como se ha desarrollado los equipos del futbol femenino, la evolución de la inclusión ha entrado también a nuestro país. Las mujeres hoy en día vemos como se agrupan en las gradas de los diferentes estadios para admirar a sus jugadores.

También observamos a las mujeres que van ganando terreno tanto en lo social como en el ámbito político. Ahora no se puede escapar en el terreno de los juegos. Hoy en día existe igualdad de derechos y de trato, esto es un gran pasó que lo hemos logrado para que así podamos  seguir avanzando como sociedad moderna.

En la Universidad Católica han sido las pioneras, es un movimiento que llego para quedarse.

Les contamos acerca de la líder Sandra, es un personaje que en realidad su nombre  no es ese. Ni Andrea, mucho menos Miriam. Son tres chicas profesionales que no quieren para evitar alguna represalia en su contra no quieren revelar sus verdaderas identidades.

Son chicas que no le tienen miedo a nada ni a nadie, al contrario se definen como unas luchadoras de los derechos de las mujeres. Estas mujeres alzan la voz, son fanáticas del futbol, donde acuden al estadio para que así puedan de alguna manera levantar su voz de protesta.

La cruzada que dilerizan es un movimiento feminista que desde hace varios meses lo observamos en San Carlos de Apoquindo alentando a la Universidad Católica. Las intervenciones traspasan los márgenes de una cancha de futbol. Es un movimiento político.

“Somos una agrupación independiente sin fines de lucro. Un movimiento estrictamente feminista, separatista, independiente y autónoma, somos unas hinchas de la Universidad Católica”, así nos dice Andrea.

“Lo que transmitimos a todos es un feminismo puro, lo que buscamos es integrar a las mujeres a un gran movimiento para que así podamos discutir ciertos temas en el tapete. Un trabajo en el futbol netamente de género, desde mujeres para mujeres y sobre todo echo por mujeres”, agrego Sandra.

En una solo voz nos transmitieron que son un grupo que se ha ido formando en las diferentes manifestaciones, en diferentes marchas y porque no en los estadios, para demostrar a más de una persona que se encuentra allí, que somos personas igualitarias, tenemos que unirnos para que seamos una sola voz de que debemos ser incluidas y que todos somos iguales.

Este movimiento comienza en pequeñas reuniones donde expresaban sus diferentes puntos de vista, hasta que ocurre un accidente muy trágico donde alzaron la voz y dijeron, ya basta. Ocurrió la noche del 30 de Abril del año 2.018, en la cancha de Estadio Nacional, en el partido del encuentro de los equipos de la Universidad de Chile y la Universidad de Concepción.»