No ha sido el único esfuerzo que ha tenido que hacer para vestir de rojiblanco. Según ha podido saber Goal , el delantero también ha renunciado percibir dos jugosos bonus “extra” que figuraban en su contrato con el Chelsea, por los que ingresaba unos 800.000 euros en relación al número de partidos disputados y otros 800.000 respecto al número de goles anotados. Casi dos “kilos” menos. Fácil de decir, difícil de hacer. Es más, tanto Morata como su agente empujaron en todo momento para que la operación, ya de por si complicada, fuera lo más factible posible para las arcas del Atleti. El club rojiblanco ha tenido que satisfacer el pago de la amortización del jugador con el Chelsea y se hará cargo de la ficha del delantero, al que ha fichado con la fórmula de 18 meses de cesión. De esa manera, al no haber traspaso, no tiene que incluir la amortización del traspaso, ni en el tope salarial de este curso, ni tampoco en el de la siguiente temporada. Así, cuando el Atleti decida activar la opción de compra por Morata, firmará otro contrato para diluir las amortizaciones. Está por ver si Morata triunfará o no en el Atleti, pero atendiendo a los detalles económicos de la operación, nadie podría dudar que Morata quería jugar en el Atlético de Madrid a toda costa. Dicho y hecho.