El 11 de junio pasado, el mundo del espectáculo nacional se vistió de luto tras el sorpresivo fallecimiento de la actriz Liliana Ross, a sus 79 años.
Sin embargo, la también dramaturga se comenzó a alejar de los medios desde que tenía 75 años, esto debido a una desconocida enfermedad que padecía, y que ahora fue revelada por sus hijas: Alzheimer.
«Mi mamá hasta el último minuto tenía obras en la cabeza. Lo que pasa es que al final se le fue la energía, le llegó el deterioro de la edad y, de alguna manera, mi vieja sin hacer nada también no iba a durar mucho. Tenía un deterioro de la cabeza de demencia senil, que derivó en Alzheimer», comentó Moira Miller a la Revista Ya.
El diagnóstico fue emitido hace un año y medio. «De alguna manera fue apagando capítulos de su vida y al ver eso uno también los va apagando con ella. Hasta para eso fue amable. No nos dejó de un día para otro».
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Por su parte, Daniela Miller agregó que «nunca llegó a no reconocernos, nunca llegó a no saber nuestros nombres. La mamá siempre te miraba sabiendo quién eras tú y te hablaba y te preguntaba. Sí hubo un deterioro, pero tampoco alcanzamos a ver una cuestión heavy».
«Ella se daba cuenta de que algo no estaba normal, decía ‘esto no está bien'», continuó, para finalmente agregar: «Recién estamos procesando. El vacío lo empiezas a sentir ahora, porque los primeros días igual andas como que no dormiste, que todavía la sientes, pero ahora empiezas a sentir la ausencia de ella. Yo hoy día entré a su casa y es como que naturalmente vas a ir donde ella y no está. Esas son las cosas que te empiezan a pasar, es raro. O llegar y ver todas sus cosas ahí, y ella no está», concluyó.
Por otra parte, Vanessa Miller detalló cómo fueron las últimas horas junto a su madre, quien poco a poco se fue apagando. «Durante esas horas tan difíciles en que luchó con su enfermedad, me acostaba a ratos en su cama y le leía cosas o simplemente le decía cuánto la amaba, lo magnífica que era. También ayudada por mi sicóloga, me esforzaba en darle tranquilidad con respecto a todo. Una de esas noches, de manera repentina, mientras yo le hablaba ya sin esperar mucha respuesta, ella me miró, hizo un esfuerzo grande hasta tocar mi cara y acariciándome me dijo: ‘Yo también te quiero mucho’», concluyó la comediante.