Actualmente, la actriz nacional Ingrid Cruz personifica a la inspectora Javiera Cáceres en la teleserie nocturna «Demente», siendo la encargada (junto al subcomisario Gonzalo Leiva) de la búsqueda del pequeño Mateo.
Como les contamos en Te Caché, su exposición en pantalla ha traído consigo diversas críticas por su apariencia física, específicamente porque ha revelado que ha sido víctima de una serie de odiosos comentarios relacionados a su peso.
Ahora, la intérprete de 46 años profundizó respecto al tema durante el programa online de Francisca García-Huidobro, donde confesó que esto le ha afectado bastante.
«Me duelen», señaló al respecto. «En vez de apreciar el personaje, el trabajo, la gente se queda en cómo te ves», expresó.
«Fue al principio y es bien cuático, porque eso tiene que ver con el ego. Y uno tiene que asumir el ego. Cuando tú dices ‘me dolió’, qué cuático, cuando uno es vieja y grande y uno procesa otras cosas y estás con querer tu cuerpo y aprobar lo que es», detalló.
«Pero también uno trabaja para el personaje. Además, me viví una pandemia. Entonces uno puede decir ‘¡pico pal que lee, qué me importa, chao!’. Perdón», dijo Ingrid, ante lo cual Fran le contestó: «No pidas perdón».
«Pero cuando apago todo y me acuesto, me duele», reflexionó. «¿Qué te duele?«, preguntó Francisca: «El ego. El ego es una basura pero uno lo tiene. Y ahí uno dice ‘¿por qué me duele?’. Duele que te digan ‘guatona’, duele que te digan ‘oh, se comió la pandemia’, ‘la camiona’. Y ahí empieza… Y tú dices que si a mí me duele, que tengo 46 años…».
«Entonces ahí uno dice ‘todo el esfuerzo que hice al inicio se me fue por la pandemia’. Y empiezas a analizar y dices ‘¿por qué entré?, ¿por qué entró?, ¿por qué permito?, ¿por qué me duele?’. El discurso que tengo como mamá, como hija, ahí se me va todo, se desvanece todo. Y duele».
«Finalmente este es mi cuerpo y lo hemos hablado mil veces, como cuando uno mira las teleseries para atrás y dice ‘oh, el cuerpo que tenía’. Menos mal que le sacamos lustre. Entonces tiene que ver finalmente, con decir que somos reales, esto es, y si me estás mirando en la teleserie, me estás viendo por el talento, por actriz», indicó.
“Ya no soy la niña bonita que entra a las teleseries por bonita. No pasa por ahí. No tengo que andar demostrándole nada a nadie. Pero de que duele, duele. ¿Por qué? Por ego. Y porque las personas descalifican. Y las descalificaciones siempre duelen», reflexionó Ingrid.