Cuando se publicó el reportaje de Revista Sábado en el que ocho mujeres acusaban a Nicolás López de acoso y abuso sexual, fueron varios los cercanos al cineasta que usaron las redes sociales para referirse al tema.
Uno de ellos fue un conocido actor nacional que ha trabajado con él en varias de sus películas, con roles secundarios que igualmente quedaron en la retina de los espectadores.
Hablamos de Ramón Llao, quien en esa oportunidad manifestó su rechazo a los actos expuestos en la investigación periodística, entregando su apoyo a las víctimas y lamentando lo ocurrido, principalmente porque «la productora Sobras está compuesta en su mayoría por excelentes personas y con algunas de ellas somos amigos hasta hoy».
Sin embargo, ahora es él quien protagonizará una polémica publicación, ya que -según contó en su cuenta de Instagram- fue contactado ayer por una periodista que le informó que, por estos días, aparecería una entrevista a una ex pareja que Ramón tuvo hace más de 20 años, y en ella se relataría un episodio de violencia ocurrido en su departamento.
«Mi labor profesional como actor y comunicador me ha enseñado que la vida ofrece múltiples alternativas para incorporar un aprendizaje… Esa misma experiencia de vida me ha permitido decir que, en determinados momentos, uno debe decir NO MÁS o NUNCA MÁS», señaló el intérprete en su comunicado.
Aunque no se sabe todavía el detalle de lo que saldrá en ese artículo, Llao prefirió adelantarse y reconocer la verdad. «Recuerdo con claridad lo sucedido. Una situación que de haber estado en nuestras manos y nosotros en nuestros cabales, jamás debió haber ocurrido. No quiero referirme al hecho con eufemismos, no quiero justificar mi actuar, no quiero explicar lo inexplicable», señaló antes de relatar cómo, hace más de veinte años, enfrentó con esta ex pareja una situación de violencia física, donde las agresiones fueron mutuas e incluso hubo destrucción de inmobiliario.
El locutor de Radio Zero además explicó que se trató de una situación puntual con la persona con la que compartía su vida en ese tiempo. «Las inexperiencias y el excesivo consumo de alcohol y drogas nos llevó a desembocar en un problema que tuvo que tener sino una solución: dejar de agredirnos. Y para dejar de agredirnos debimos dejar de vernos. Nunca hubiese querido eso para mí ni para ella. Sin embargo, ocurrió. Lo asumo», redactó.
Además, detalló que no le gusta recordar esta situación. «Aquel incidente marcó en mí un antes y un después… ello me obligó a reflexionar y luego de vivir un proceso interno muy doloroso, llevarme a la convicción de que no podía permitir que en mi vida algo similar pudiese nuevamente siquiera llegar a ocurrir».
Desde entonces, dice, ha procurado que su relación con el mundo femenino esté marcada por el respeto y el afecto. «Uno no puede borrar el pasado, pero sí puede elegir qué camino tomar en el futuro… No estoy orgulloso de escribir esto, al contrario, estoy profundamente conmocionado, avergonzado y dolido», concluyó.
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