El año pasado, generaron revuelo mediático al protagonizar una osada campaña publicitaria para la marca FES Jeans, de la tienda Johnson. Allí, Vesta Lugg y Kel Calderón incluso se besaron en la boca, pues el spot se centraba en romper la consigna ‘No pruebes’.

A mediados de este año, las inseparables amigas lanzaron su propia colección de ropa titulada #VXKXNGX, en conjunto con la marca NGX Chile, demostrando que su vínculo personal funcionaba muy bien en el ámbito laboral.

Sin embargo, hoy en día todo indica que la distancia les jugó en contra y su amistad se vio diluida. De hecho, hace menos de dos meses coincidieron en un evento de Pantene y no compartieron ningún registro posando juntas.

Por lo mismo, muchos de los seguidores de la cantante relacionaron a Kel Calderón con una de las últimas publicaciones que la joven rubia hizo en su cuenta de Instagram, donde preocupó a algunos por sus reflexivas palabras y el llanto que refleja en la imagen.

«2018… ya estamos en diciembre y no puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo. A mis 23 años, puedo decir que este ha sido el año más difícil de mi vida. No dejo de estar agradecida de todas las aventuras y oportunidades que se me han presentado. Por la gente que he conocido y de las cuales he aprendido. Esta captura, este momento, este sentimiento que lograste en mí, @javieyzaguirre, es como me siento por dentro cada vez que comienzo a escribir y a escucharme a mí misma», dice inicialmente el mensaje de Vesta.


«Lloro por amor, por las personas que ya no están en mi camino, por las decepciones y las ilusiones rotas», agregó, haciendo que muchos pensaran que se refería a su amistad con la hija de Raquel Argandoña.

«Lloro de felicidad, por haberme enamorado y por ver la vida en otros colores, por saber que tengo la suerte de tener una familia sana y feliz que creen en mí hasta en los días que ni yo misma lo hago.
Lloro por pasión, porque es la máxima expresión y señal que puedo dar para que la gente que busca en mí fuerza e inspiración, sepa que comparto su inquietud, sus ganas de ver un mundo justo y un lugar donde todos nos podamos desenvolver con libertad y amor propio», siguió escribiendo.

Y concluyó: «Lloro por miedo, miedo a dejar de sentir todo lo que siento y desensibilizar mi noción de lo que está bien y está mal. Espero nunca dejar de llorar, ni por dentro ni por fuera. 2018, me botaste al piso, pero también me diste la fuerza para levantarme y quererme más hoy que ayer».