El fotógrafo Jordi Castell cumplió su sueño de tener una panadería y pastelería. Emprendimiento que se hizo realidad en 2018 y llevó por nombre «Eloísa», pero lamentablemente todo terminó.

Así lo reveló recientemente el comunicador en un nuevo capítulo del programa de Instagram «Velvet al desayuno», conducido por Angélica Castro.

Espacio en el que Jordi reveló que su drástica decisión no fue impulsada por la pandemia, como se podría imaginar, sino que por algunas situaciones que vio respecto al manejo que realizaban sus socias.

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«Aparecieron dos socias con quienes supuestamente íbamos a hacer crecer la marca, pero tenían hábitos comerciales que no eran muy de acuerdo con los que yo me crié», reveló Castell.

Agregando que «nunca le he hecho asco a trabajar harto, me da lo mismo si las utilidades son magníficas o más bien estrechas».

Para después detallar que la forma en que estas socias querían llevar el negocio, no está relacionado con sus valores, razón por la cual, decidió cerrar el local.

«La cuestión con los empleados, los finiquitos, la Inspección del Trabajo, la cosa tributaria. Cuando vi que había cosas donde se podía poner en riesgo mi nombre, dije ‘no, no puedo seguir acá», indicó.

«Como no tengo niños, no tengo colegios que pagar de un día para otro, saqué el escorpión que llevo dentro, bajé cortinas y se acabó. Se devolvió todo lo que había que devolver, se le pagó a la gente que había que pagarle y se acabó la gracia. Por eso le digo ‘la difunta», finalizó.