Un verdadero bochorno se vivió minutos antes del inicio del partido entre Argentina y Brasil en el Estadio Maracaná, de Río de Janeiro, válido por la fecha 6° de las Clasificatorias.

Después de la ceremonia de los himnos, un grupo de hinchas brasileños y argentinos iniciaron una dura pelea en el sector sur del recinto deportivo, en un hecho que se fue agravando y derivó en la intervención de la Policía Federal.

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Por lo que ante la presencia de los uniformados, quienes de inmediato utilizaron sus bastones retráctiles, los simpatizantes de la Albiceleste continuaron con las agresiones e incluso algunos arrojaron butacas. Esto a su vez provocó que la selección trasandina se acercara a la zona a pedir calma y así llevar a cabo el encuentro, pero esto no sucedió.

De modo que luego de unos minutos de tensión, Lionel Messi guió a sus compañeros y los retiró de la cancha a modo de protesta por lo sucedido.