La amistad entre Paz Bascuñán y Nicolás López no es un secreto para nadie. A la actriz la hemos visto desde las primeras películas del cineasta nacional, inicialmente con papeles secundarios, y más recientemente protagonizando sus más exitosos proyectos.
«Sin filtro» y «No estoy loca» vinieron a estrechar los vínculos entre ambos, tanto así que la actual intérprete de Cristina Moreno, en «Soltera Otra Vez 3», ha definido a López como «amigo/ compadre/ director/ vecino/ paciente/ niñero💚💚💚», pues recordemos que además es padrino de Teo, su hijo mayor.
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Pero ese no es el único lazo que los une, pues el creador de la saga «Qué pena tu vida» -que hoy en día atraviesa una compleja situación al haber sido acusado de acoso laboral y abusos sexuales- tiene a Miguel Ángel Asensio, marido de Bascuñán, como mano derecha hace años.
Recordemos que López difundió el fin de semana un video en el que pide perdón por sus actos, asegura que no es un abusador y anuncia que dejará su productora Sobras para no perjudicar a sus colaboradores. Por lo mismo, los proyectos pendientes pasarán a manos de su socio en la compañía Sin Perdón. Así, el español se hará cargo de llevar a buen puerto películas como «Alitas» (donde participa su mujer junto a la actriz Florinda Meza), «Cómo andamos por casa» y «Hazte hombre». Además, estaba pendiente el estreno de «Re loca», la versión argentina de «Sin filtro».
Se conocieron en 2003 y a la fecha suman 30 películas juntos. «Mi socio Miguel Asensio es el hermano que nunca tuve. Él es quien viene a imponer orden. Todos los demás somos un desastre», dijo Nicolás López a Las Últimas Noticias en mayo de 2016.
Anteriormente, en 2013, había señalado a revista Wikén: «Miguel tiene una sinceridad asesina. Te dice ‘no funciona, es aburrido, es malo’. No es como pasa en Chile, donde la gente le echa azúcar flor a cada comentario. Me obligó a ser puntual a punta de patadas, me forzó a comprarme departamento. Es como mi hermano mayor».
Por eso, probablemente, fue él quien se contactó con Lucy Cominetti, la principal denunciante del reportaje de Revista Sábado. Supuestamente, era para invitarla a sumarse a una producción para Netflix, pero aquello ocurrió dos días después de que el mismo medio destapara el escándalo de Herval Abreu, dando a entender que podría existir una intención de acallar los testimonios.