Con solo 27 años, Mariana di Girólamo se ha convertido en una de las actrices más populares en la actualidad. Tanto así que su papel como María Elsa Quiroga en la teleserie «Perdona nuestros pecados» la llevó a ganar el Copihue de Oro en la categoría ‘Mejor Actriz’.

Pero lo cierto es que este rol en la nocturna de Mega le ha traído grandes cambios a su vida. Así lo reveló ella misma al diario Las Últimas Noticias, donde comentó: «Estoy súper contenta. He trabajado mucho en esto. Siento que María Elsa ha sido un punto importante en mi corta carrera porque me he podido mostrar en una faceta distinta: el drama y el thriller. Creo que lo que estoy haciendo es bueno porque así me pueden empezar a considerar en nuevos proyectos». 

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Nada volverá a ser como antes

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Quienes ya la consideran como un rostro de peso son las marcas, pues las ofertas para ser embajadora ahora le llueven a la joven. Mientras antes aceptaba muchas, ahora dice que se queda «con lo que le gusta y le sirve».

Por eso, está feliz con el nuevo Peugeot 208 que le regaló la marca de la que ahora es representante. «Es un regalo gigante. Antes usaba el auto de mi mamá o el que compartía con mi pareja, pero ahora me siento súper independiente. Ya no tengo que andar esperando Uber, he hecho muchas más cosas que antes con el auto», reveló al medio nacional.

Además, señala que ahora es la más ‘taquilla’ de su familia, que aprovecha cada viaje para manejar su vehículo y que esta parte de su trabajo la disfruta todo lo que puede. «Por supuesto que es rico y uno se engolosina igual», comenta.

Esta era la novedad…🚗 Mi #peugeot208 llegó para hacerme el día a día más fácil y colorido. Nos vemos en la calle! @peugeotcl

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Pero así como hay ventajas, hay otros factores no tan positivos en este papel protagónico al que se enfrenta ahora, comparado con lo que hizo en producciones como «Pituca sin lucas» o «Pobre gallo». «Esta nueva teleserie ha sido mucho más cansadora. Grabo más horas, el día a día es más intenso. Hay veces en las que termino como un trapo», asegura.

A eso se suma el interés que ahora despierta su persona a la prensa y a los usuarios de redes sociales. En ese sentido, la actriz asume que la vida cambia en un 100%, pero trata de llevarlo lo mejor posible. «El medio es rudo. Yo prefiero dar de qué hablar por mi trabajo, no por mi vida personal. Soy de la idea de que, si no haces nada, no te van a preguntar nada. Además, soy bastante fome», remata.