Este fin de semana Santiago Ford ganó en el decatlón y emocionó a todo el Estadio Nacional, que lo vitoreó una y otra vez, ya que salió adelante con mucho esfuerzo y hoy, es dueño de una medalla de oro en los Juegos Panamericanos Santiago 2023.

El año 2018 decidió dejar su país Cuba, donde intentó destacar como deportista, pero no lo logró. «Saqué cuarto lugar y pasó inadvertido, como si no hubiese pasado nada. En Cuba tienes que tener oro o plata para que te reconozcan y puedas llamar un poco la atención. Si no, no eres nadie. Es complicado», comentó a Emol.

Lee aquí: ¡Impacto! Christiane Endler anunció su retiro de la selección chilena

Tras esto, conoció a un grupo de entrenadores chilenos que viajaron a su país, por lo que probó suerte y armó una travesía que no fue nada de fácil, donde incluso pudo perder la vida.

En septiembre de ese año viajó de Cuba hacia Guyana, donde estuvo diez días antes de poder ingresar a Brasil. Entonces, atravesó la selva hasta Manaos.

Logrando posteriormente arribar a Perú: «Me tocó bajar todo Perú por carretera. Estuve un día y medio atravesando Perú entero hasta llegar a Tacna. Estaba deshidratado, tenía hambre y el frío me tenía mal».

Sin embargo, contó que lo bajaron de un bus y tuvo problemas con la policía. Pero pudo seguir y llegar a la frontera con Chile. «Cruzó el desierto solo, siguiendo la línea del tren. Cada tanto se daba vuelta a mirar si venía alguna patrulla. Cree que estuvo alrededor de tres horas caminando. Tiempo después se enteró que pasó por un campo minado, pero en ese momento no tenía idea», relató el medio antes citado.

«Podía pasar cualquier cosa. Fácilmente me podían haber matado, porque sabían que todos los ilegales que pasaban tenían que pasar con dinero. Pasé por un campo minado, yo no lo sabía… pude haber muerto ahí, pero Dios tiene un propósito en la vida para todos. Y sabía cuál era mi propósito y que quería llegar hasta acá», relató.

Y tras ingresar ilegalmente a Chile consiguió instalarse en Santiago. Pero todavía con contratiempos, ya que empezó a entrenar, pero tuvo que dejarlo muy pronto debido al trabajo que tenía.

«Estuve un año trabajando de guardia en la discoteca de madrugada. Me ayudaron para que pudiera entrenar en el Centro de Alto Rendimiento. Pero yo estaba trabajando en la discoteca y llegaba muy cansado. Dormía tres o cuatro horas. Entraba a la discoteca a las 9 de la noche y salíamos 7 u 8 de la mañana. No aguanté más. No podía seguir el ritmo, no podía entrenar con el trabajo que tenía», detalló.

No obstante, tras la medalla de oro y la nacionalidad por gracia otorgada por el Presidente Gabriel Boric, la vida comienza a sonreír a Santiago Ford.