Esta semana, Carolina Arregui mostró en sus redes sociales un radical cambio de look, luciendo una melena rubia muy diferente al cabello largo que llevaba antes. La culpa fue de Javiera Acevedo, quien en un arrebato le cortó el pelo a la actriz de 54 años mientras estaban de vacaciones en Las Bahamas.

Lo cierto es que la rubia se ha convertido en una gurú espiritual y de imagen para su círculo más íntimo, pero tal como lo señala La Cuarta, hace unos meses Javiera también se dedica a guiar a desconocidos, pues se transformó en Gerenta de Felicidad en un centro médico de Iquique. 

Un rol bastante moderno que, según ella, «existe desde que a alguien se le ocurre nombrarte y tú eres realmente una ayuda para el otro».

La ex reina guachaca viaja constantemente a la zona norte del país para cumplir este desafío laboral, donde debe explotar su capacidad de empatía y contención.

¿Qué hace específicamente? «Trabajo en un sector médico donde la doctora Paula Rebolledo inventó el ‘método Rebolledo’. Ella tiene una clínica a la que llegan pacientes con diferentes carencias, como depresión, niños con problemas en el colegio, bullying, gente que no tiene muchas ganas de vivir», explicó Acevedo.

Los pacientes pasan por la doctora, reciben diagnóstico y tratamiento médico profesional en distintas áreas, como psicología, kinesiología y nutricionista. Posteriormente viene el trabajo de Javiera, que se dedica a escucharlos y conversar con ellos. «Doy consejos que a mí me gustaría que me diera una persona que yo quiero mucho», detalló.

Y agregó también: «Me cuentan cómo se sienten, cómo van a avanzando, yo los aconsejo. Yo no soy psicóloga, lo hago desde la experiencia. No hay mejor psicóloga que quien ha tenido las de Quico y Caco en la vida y ha logrado avanzar y crecer».

Javiera Acevedo cree que la eligieron porque es conocida en el medio y por el cariño del público. «Donde voy, soy un buen referente gracias a Dios. Tengo credibilidad. El cargo existe porque la gente confía en ti… De chica sé solucionar problemas, siempre he sido mi propia jefa. Mis amigas me dicen que soy la mejor consejera. Si una persona está conversando conmigo y tiene alguna dolencia, pena o algo, yo la dejo más feliz después de que me escucha», aseguró la actriz.

Finalmente, la rubia reveló que sabe manejarse con distintas personalidades y edades, y que no solo le gusta escuchar a las personas, sino que además tiene la capacidad de ponerse en el lugar del otro. «Cuando fui reina Guachaca también me di cuenta de que tengo vocación por la gente con vulnerabilidad. Es algo que me gusta mucho», concluyó.