El ex futbolista Kike Acuña fue portada en la última edición de LUN, entregando una sincera entrevista en la que habló sobre su nueva vida. A sus 40 años, está lejos de Santiago, viviendo en Putaendo en el terreno de sus suegros, donde tiene una casa que pretende ampliar.

Contexto en que el deportista reveló sus planes a futuro, lejos de las polémicas y de sus excesos, pues tuvo graves problemas con el alcohol, los que ahora, según señaló, son parte del pasado. Kike inaugurará su propia escuela de fútbol este viernes. Además, quiere instalar una distribuidora de gas, y a fin de año pretende despedirse del fútbol, en un retiro que espera contar con sus grandes amigos de la disciplina.

«Toda la gente que ha estado cerca de mí, durante toda mi vida, sufrió. Sufrió mi mamá, sufrió Carla (Jara), la Roxana (Muñoz), sufrió gente que me quería. Pero ahora yo estoy en paz, me siento orgulloso de mí mismo por primera vez. ¿De qué me sirve toda la plata que tuve si al final no era feliz? Ahora estoy en paz, y con lo que tengo, que no tiene nada que ver con lo que tenía antes, me alcanza», señaló Acuña en la entrevista.

Luego, se refirió a las causas que lo llevaron a cambiar y a tener hoy en día una vida completamente diferente. «Dejé de tomar, tan simple como eso. Puede que suene hasta religioso o que la gente diga que estoy mintiendo o que me puse un pellet, pero no me importa. Al menos estoy convencido de eso, y hace tres meses que no tomo nada», reveló el ex futbolista.

Después, Kike Acuña se refirió a su época discotequera y a las veces en que fue captado en estado de ebriedad, situaciones que el propio Acuña aseguró eran armadas, pues se trataban de tongos. «Esa época fue muy loca. Me pagaban 800 lucas solo por ir a una disco. Iba con amigos y a ellos los llenaban de copete, todo era gratis. Y hacíamos muchos tongos, porque eso me servía para que hablaran de mí y me persiguieran. Solo una vez no fue tongo cuando me pillaron saliendo curado, y nada. Esos amigos nunca más los vi. Me gastaba un millón 800 en almuerzo en el Eladio. Llegaba al mediodía y me quedaba hasta la noche tomando», confidenció al medio nacional.

Además, el deportista sorprendió al asegurar que a muchos de sus «amigos» les regaló casas. «Algunos me decían: qué linda casa, sería un sueño tenerla. Y yo idiota, caía y se las regalaba después con escritura con su nombre. Un día traté de ubicar a uno y no me contestó…Tenía tanta plata que si veía a alguien en la tele, lo llamaba y lo ayudaba», aseguró.

Por otra parte, y respecto a su trabajo como futbolista, Kike Auña reconoció que fumaba antes de los partidos. «Soy el único futbolista que se chantó después de retirarse, porque ahora hay algunos que se toman hasta el agua del acuario. Yo acá fumaba en el camarín, en el entretiempo y después corría como loco. Fumaba una cajetilla diaria y fumaba desde los 16 años», confidenció luego.

Finalmente, el ex jugador hizo un mea culpa respecto a las cosas de las que se arrepiente, como por ejemplo, haber dañado a personas que lo querían.

«Yo no contestaba el teléfono, sino que un amigo lo hacía por mí. No le pagaba, pero vivía gratis, tenía minas y vivió una vida de sueños. Yo me volví loco, me encerré en una burbuja y no pensé en nadie más. Mi mamá no dormía tranquila y ella algún día pensaba que yo me iba a matar. Ahora full ejercicios y también dejé de fumar», expresó Kike Acuña.

Cabe señalar que, actualmente, el ex futbolista mantiene una relación con Daniela Urbina, joven de 25 años con quien vive en Putaendo en el terreno de más de 10.000 metros cuadrados donde ambos pretenden instalarse para comenzar una nueva vida.