El caso de Fernanda Maciel sin duda conmocionó al país. La joven embarazada que fue asesinada y posteriormente enterrada en una bodega de la Comuna de Conchalí, tiene hasta el momento a un acusado, Felipe Rojas, amigo de la víctima.

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Pero ahora, esta bodega nuevamente hace noticia, esta vez por un desconocido crimen que el matinal «Hola Chile» de La Red, reveló y que ocurrió en dicho lugar en 2013. Se trata de Cristián Céspedes, quien asesinó a su ex suegra Irma Pacheco, de 70 años.

Un domingo 17 de marzo, el sujeto apuñaló con un cuchillo carnicero a la mujer. «Él tiene buenos estudios, pero una persona normal no llega al punto que él llegó”, recordó Karen Pimentel, ex esposa del homicida en entrevista con el matinal de La Red.

Agregando: «Nos fuimos a vivir a esa casa (la bodega), vivíamos solos ahí”, relató la mujer sobre el lugar donde su madre fue asesinada. “Mató a una persona de 70 años, riéndose. Cuando fue el juicio oral todo lo que hablaba lo tomaba con risa», recordó la mujer.

Cabe señalar que todo esto ocurrió luego de que Karen y Cristián tuvieran una fuerte discusión, donde el motivo principal fueron los celos. «Yo siempre trabajé con su familia, yo nunca me aparté de ellos. A él le molestaba que yo trabajara tanto con la familia de él», relató Pimentel al programa mañanero.

Detallado luego que esa noche dejó su celular en el auto a la vista de su esposo, quien revisó los mensajes y la culpó de tener una amante. “Vi que sacó un arma cortopunzante (…) Me empezó a agredir”, recordó sobre el hecho que ocurrió en las cercanías de la bodega.

Sin embargo, cuando llegó a la comisaría para denunciar esta agresión, se enteró que su madre había fallecido. «Me estaban tomando declaración y llega el papá de mi ex marido, pone a una constancia y dice que había matado a su suegra», dijo Karen.

«Carabineros le dice a mi hermano que vaya a la casa para ver si es real lo que decía el caballero”, contó. Momento en que su familiar llega al lugar y efectivamente comprueba que había una mujer muerta. “Ahí, olvídate, yo me volví loca», confesó.

Debido a lo anterior, Cristián Céspedes fue condenado a 32 años de cárcel por los delitos de femicidio frustrado y homicidio calificado.