Cómo superar el resentimiento familiar

La familia es el apoyo que todos tenemos en el día a día, pero cuando existe resentimiento familiar la armonía en la casa cambia. Somos seres humanos y las cosas que nos hacen sufrir o nos hacen sentir mal no las olvidamos con facilidad, ocurre en nuestros amigos, pareja y con nuestra familia.

Si bien no es bueno pasar por alto los problemas familiares y el resentimiento que pueda surgir entre los integrantes de ella, si se puede superar esto e incluso prevenirlo.

Otra cosa que se debe saber es si la relación entre madre e hija se está debilitando.

Resentimiento familiar ¿Es bueno o malo?

Muchas veces cuando se habla del resentimiento familiar se piensa que esto es algo negativo, pero lo cierto es que esto puede ser una forma de reforzar los lazos familiares y mejorar la comunicación; la clave está en como superarlo. Cuando existen un resentimiento en la familia es desgastante, y es que cargar día a día con ese peso que nos hace sentir mal nos afecta a nosotros y también a los demás.

Sin duda quien guarda el resentimiento es quien más sufre, por eso en familia se debe trabajar en esto y superarlo de la mejor manera posible. Esto se logra controlando la forma en que se reacciona con los demás integrantes de la familia, donde la paciencia es fundamental.

resentimiento en la familia

También es bueno considerar si somos personas exageradas a la hora de guardar resentimientos y en el momento exacto hablar calmadamente con la otra persona cuando tenemos problemas con ella; no es bueno hablar en el momento sobre lo que nos disgusta, seguramente diremos cosas de las que después nos arrepentiremos. Lo mejor es dejar pasar algunos minutos, horas o incluso días para conversar sobre lo que nos molesta, escuchar la opinión de los demás y llegar a un punto en común que permita solucionar los problemas.

Porque mientras exista la intención de estar bien y se tenga claro que la familia es lo más importante, el resentimiento familiar jamás será un problema. por eso siempre es bueno preguntarse ¿vale la pena perder una buena relación con la familia por culpa del resentimiento?, la repuesta es clara, ¡Por supuesto que no!.